12/16/2005

El espíritu de los cien sacos de arroz


Una obra de teatro, producto de un relato verídico, rescata la visión de futuro de Torasaburo Kobayashi, Gran Concejal del dominio de Nagaoka (prefectura de Niigata), quien en 1870, y pese a que su pueblo padecía de hambre, decidió vender seis toneladas de arroz para construir una escuela. “Sin educar a la gente y sin pensar en el futuro, no se podrán levantar ni desarrollar nunca las ciudades ni el país”, era su pensamiento. Dicotomía entre saciar el hambre o pensar en la educación.

Hacia 1870, durante los primeros años de la Era Meiji (1868-1912), en Japón se estaban estableciendo las bases de un nuevo gobierno que sepultaría definitivamente el poder del Shogunato Tokugawa, el cual se había iniciado a principios del 1600. Comenzaba una época de transformaciones, con las que se reponía la política de centralización basada en el régimen imperial. El objetivo era lograr, a través de la “occidentalización”, un país moderno y rico.
Los habitantes del Japón de ese entonces eran cerca de 30 millones, de los cuales 2 millones eran samurai -incluidas sus familias-, y el 80 por ciento se dedicaba a la agricultura. Se había abolido el sistema feudal de castas -conformada por samurai, agricultores-campesinos, artesanos y mercaderes- y se estableció la igualdad de los grupos sociales.
Dentro de este contexto, el dominio de Nagaoka –hoy ciudad de Nagaoka, en la prefectura de Niigata- vivía una situación de pobreza y constantes robos. Dos años antes había sido incorporado a las provincias aliadas al Shogunato Tokugawa, y derrotadas en una guerra civil conocida como la batalla Boshin.
Un relato histórico cuenta que hacia el tercer año de la Era Meiji (1870), a finales del cuarto mes, el Gran Concejal de Nagaoka, Torasaburo Kobayashi, de 43 años, tomó una decisión que causó la ira de algunos samurai. Su rama familiar, el dominio de Mineyama (Niigata), ofreció como ayuda enviar cien sacos de arroz (seis toneladas). A pesar de que tenían como destino saciar el hambre, Kobayashi anunció que vendería los cien sacos para construir una escuela. El pensamiento del Gran Concejal era: “Sin educar a la gente y sin pensar en el futuro, no se podrán levantar ni desarrollar nunca las ciudades ni el país”.
A duras penas, Kobayashi convenció a su gente y construyó una escuela llamada Kokkan Gakko. Allí se formaron varias personalidades de la Era Meiji, entre ellas, Kumaichi Horiguchi (1865-1945) e Isoroku Yamamoto (1884-1943). Reconocido diplomático japonés, Horiguchi protegió en 1913 a los familiares del ex presidente Francisco Indalecio, durante la Revolución Mexicana. Formado en Bélgica, estuvo en Brasil como ministro interino y también en Suecia. En 1909 llegó a México, país en el que vivió con su hijo mayor, el poeta Daigaku Horiguchi. El almirante Isoroku Yamamoto es recordado por dirigir en 1941 el ataque a Pearl Harbor, aunque con la esperanza de firmar un tratado de paz con los Estados Unidos. Yamamoto se graduó en el Colegio Naval, estudió inglés en la Universidad de Harvard y fue agregado militar en el Embajada japonesa en Washington. Murió en 1943, durante una batalla aérea en Papua, Nueva Guinea.

Siempre en el campo de batalla
El Gran Concejal Torasaburo Kobayashi nació en Nagaoka el 18 de agosto de 1828. Fue el tercer hijo de una familia samurai compuesta por ocho hermanos (seis varones y dos mujeres). Su padre, Matabei Kobayashi, fue subdirector de la escuela señorial Sutokukan, y también se desempeñó como administrador de la delegación portuaria de Niigata, en las costas del Mar del Japón.
Durante su niñez, Torasaburo padeció de viruela, enfermedad que le hizo perder el ojo izquierdo y que había provocado la muerte de sus dos hermanos mayores. Es por eso que sus padres pusieron un especial cuidado en Torasaburo, educándolo como heredero de la familia.
Por su inteligencia, a los 18 años fue designado profesor asistente de la escuela Sutokukan. A los 23 fue ordenado por el dominio para ir a estudiar Edo (Tokio). Ingresó a un colegio particular dirigido por un conocido de su padre, Zozan Sakuma (1811-1864). Por ese establecimiento pasaron ilustres de todo Japón, como Kaishu Katsu (1823-1899), quien llegaría a ser superintendente de la armada gubernamental, y Ryoma Sakamoto (1835-1867), autor del plan de devolución del poder gubernamental a la corte. Otro ilustre del aula de Sakuma fue Shoin Yoshida, alias Torajiro, (1830-1859), quien luego fundó un colegio notorio en el dominio Choshu (actual prefectura de Yamaguchi), bautizado Shokason Juku, en el que también se formaron algunos de los líderes de Meiji.
Tanto Kobayashi como Yoshida eran sobresalientes en los estudios. Se los conocía como los “dos tigres” por la etimología de sus nombres. Torasaburo significa tigre-tercer hijo, y el apelativo Shoin, Torajiro es tigre-segundo hijo.
En junio de 1853 llegó a la bahía de Tokio la escuadra estadounidense dirigida por el comodoro Matthew Perry, hecho que acentuó la división entre los partidarios de abrir las puertas del país y los defensores de mantener el aislamiento, entre los seguidores del gobierno Tokugawa y lo que se proponían derrocarlo. Los estadounidenses exigían la firma de un Tratado de Amistad y la apertura. El Shogunato estaba dispuesto a abrir el puerto de Shimoda (prefectura de Shizuoka). Esta versión llegó a oídos del maestro Sakuma, partidario de la apertura, y quien, a su vez, insinuó a Torasaburo Kobayashi que propusiese al Shogunato, a través de Tadamasa Makino –viceprimer Rojyu y Señor feudal de Nagaoka-, abrir un puerto más cercano a Edo como lo era Yokohama (prefectura de Kanagawa), ya que ofrecería una mejor defensa en caso de una rebelión y mayores posibilidades para el intercambio comercial. La proposición provocó indignación. Fue considerada como una injerencia de un joven estudiante en un tema delicado. Torasaburo volvió a Nagaoka con una orden de reclusión.
En 1858, Torasaburo, con una enfermedad incurable, presentó una teoría educativa en la que explicaba la importancia de la educación primaria y la necesidad de abrir los ojos hacia el extranjero, lo cual -a su parecer- impulsaría el desarrollo y enriquecería al país.
Luego fue nombrado Gran Concejal de Nagaoka y estableció, con los cien sacos de arroz, la primera escuela pública, Kokkan Gakko. Era un establecimiento de estudios nacionales y chinos, aunque también se dictaban estudios occidentales. Ahora bien, ¿cómo es que llegó a imponer la construcción de una escuela en lugar de repartir el arroz entre todo el dominio, sumido en una pobreza extrema?
El razonamiento de Torasaburo Kobayashi era que aunque se distribuyeran los cien sacos de arroz entre todos los habitantes del dominio, a cada familia le tocaría una cantidad que se le acabaría en uno o dos días. Señalaba que había que mirar el porvenir, que era el momento de esforzarse en la educación más que nada. Sin esa base -aseguraba- el dominio no podría levantarse. Culpaba a la falta de líderes, de hombres competentes para evitar las guerras civiles y el derramamiento de sangre. Y lo esencial -sostenía- era la gente, las personas capacitadas. Ya sea que un país se levante o caiga, que una ciudad florezca o perezca, todo se debe a la gente. Por eso, incluso un país arruinado es capaz de recuperarse si hay personas con integridad. Decía que había que pensar no solamente en el presente, sino también en el futuro.
A pesar de esas razones, un grupo de samurai aún exigía el reparto de los cien sacos de arroz. Como última jugada, Torasaburo les mostró un pergamino que había sido escrito por su maestro, Zozan Sakuma. Contenía cuatro kanji (ideogramas) que decían: “Estar siempre en el Campo de Batalla”. La frase tocó el orgullo y el honor de los samurai. “Estar siempre en el Campo de Batalla” era un pensamiento del dominio Sanshu-Ushikubo (prefectura de Aichi), y significaba que, aunque no fuese tiempo de guerra, había que enfrentar cualquier dificultad y privación con el mismo espíritu que en el campo de batalla. Los samurai así lo entendieron.


Una obra, un mañana mejor

Nagaoka se desarrolló desde mediados de la Era Meiji, en parte, por a la industria petrolera, y como centro logístico comercial. El dato a resaltar es que la ciudad –literalmente- fue hecha cenizas en dos oportunidades: primero en la batalla de Boshin (1868), y luego en la Segunda Guerra Mundial (1945), en la que fue arrasada el 80 por ciento de sus tierras por el ataque de los bombarderos estadounidenses B-29.
El relato de los Cien Sacos de Arroz (Kome Hyappyo) fue concebido como una obra de teatro por el dramaturgo y escritor Yuzo Yamamoto en 1943, en plena Segunda Guerra Mundial. La primera edición fue de 50 mil ejemplares, aunque posteriormente se prohibió su circulación por ser considerada una obra “antibélica”. Fue reeditada en 1975 con un claro objetivo: transmitir el espíritu de los cien sacos de arroz a las nuevas generaciones.
Por iniciativa de la ciudad de Nagaoka, en 1987 se estableció la Fundación Cien Sacos de Arroz, con el propósito de ofrecer becas a estudiantes universitarios y también premiar a las personas o a las instituciones en los campos de la educación y el deporte. El premio se entrega anualmente el 15 de junio, día en el que se conmemora la fundación de Kokkan Gakko.
En octubre del 2003, el periodista Teruo Ishiko, fundador de Chunambei Shimbun (Gaceta Nippo-Latinoamericana, www.chunambei.co.jp), editó, en español, Cien Sacos de Arroz, la cual cuenta -no casualmente- con una parte agregada en la que se presenta comparativamente las situaciones históricas en las que se encontraban cada uno de los países de Latinoamérica hacia 1870, época a la que se remonta Cien Sacos de Arroz.
La obra fue estrenada en el teatro clásico kabuki recién en 1979, y su éxito a nivel nacional llegó en el 2001. Ha sido adaptada al cine y editada en video; su contenido fue introducido en el kodan, la oratoria tradicional japonesa que relata, con tono y ritmo peculiar, las anécdotas históricas o crónicas.
Hasta el primer ministro japonés Junichiro Koizumi hizo mención de Cien Sacos de Arroz en el discurso inaugural de su administración, en mayo del 2001. Ese mismo año, Koizumi recibió el premio Ryukogo Taisho -otorgado a aquellas palabras más acogidas por el público- por su habilidad oral, valiéndose de la cita de Cien Sacos de Arroz. En su alocución, el primer ministro pedía paciencia para afrontar las dificultades económicas y, de esta manera, construir un mañana mejor.

100 comentarios:

Anónimo dijo...

Espectaculares, la foto y la reseña. Casi casi me hacés cambiar de idea.
Lo que me pregunto es qué pasó en Argentina, porque hacia 1.870 Sarmiento ya había iniciado su labor en pro de la educación, tarea que fue continuada por Avellaneda y en cierto modo por la Generación del 80.
Cuándo fue que nos perdimos? No habrá sido cuando tantos quedaron fuera del sistema y fue prioritario saciarles las necesidades más básicas?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Mmm, Sarmiento... Era unitario, no? No me cae muy bien, pero sólo leí El Facundo (la figura de Facundo sí me agrada!!!). Todos los jóvenes románticos... prefiero a sus personajes.

Anónimo dijo...

Sí, era unitario. Y cuando yo era más chica tampoco me agradaba, pero reconozco las cosas que sí hizo bien, a pesar de las aberraciones que también hizo.
Facundo es una persona (no una figura) admirable en muchos aspectos. Sabías que era unitario también?
Hay una poesía de Borges sobre el Tigre de los llanos, divina. La leíste?
Si leés a F. Luna en Los Caudillos, también lo vas a querer. A él y a otros.
Hablamos de historia?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

No, Facundo no era Unitario (no era un "asqueroso, impuro" unitario). Era Federal nena, que después se haya acomodado en la causalosa Buenos Aires es otra cosa. Y sí, era una figura (acaso Sarmiento no convoca a la figura de Facundo?). Leí la poesía de Borges.

Anónimo dijo...

Facundo era unitario (leé a Rosa), pero como el pueblo era federal, luchó por la causa federal. Era unitario de pensamiento y federal por acción. Un gran hombre.
Y no se acomodó después sino que nación acaudalado (leé a F. Luna en "Los Caudillos").
El Facundo de Sarmiento sí es una figura, inspirada en el concepto que Sarmiento tenía de los federales, por lo que tomó como arquetipo a Juan Facundo Quiroga persona. Una cosa es el personaje según la visión sarmientina y otra la persona. No nos confundamos.

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Ok... Facundo es para nosotros un personaje: desde lo histórico, hasta lo literario. Punto. ¿Quién escribe la historia?

Anónimo dijo...

Los historiadores, que son científicos.
O el que gana, según otra versión más progre

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

La historia no es objetiva, y los que ganan, es verdad...

Anónimo dijo...

Entonces hablamos de personas con dos o tres versiones

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Claro... Quién escribe da su versión.

Anónimo dijo...

Fin de la polémica: la historia la escribe el que gana.
Por eso festejamos el Día de la Raza

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Es más, la historia que nos enseñan está escrita por Occidente. Alguna vez pensaste que hay otras versiones? Qué hay "otros mundos"?, que hay otra Historia?
Con respecto al Día de la Raza (ufff, voy a subir al fotolog un par de artículos, monografías sobre eso)

Anónimo dijo...

Bueno, claro que sé que hay otras versiones, otros mundos y otra Historia. En la lucha entre Oriente y Occidente, aparentemente ha ganado Occidente, por eso ha escrito la Historia.
Ahora, te referís a la Atlántida o a qué?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Cómo sabés que ha ganado Occidente? Del otro lado pueden decir lo mismo

Anónimo dijo...

Dije aparentemente. Personalmente no creo que haya ganado Occidente, al contrario. Occidente es la muestra perfecta de la decadencia humana

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Bueno, tampoco creo que sea tan así... Pero sí que es una época de crisis, y que algo bueno va a nacer

Anónimo dijo...

Qué valores de Occidente podés resaltar?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Bueno, tu amada Roma, y claro, Grecia... desde ahí podemos comenzar

Anónimo dijo...

Pero no todos los valores de Roma son admirables

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

BUeno, de Occidente es la democracia

Anónimo dijo...

Si, la democracia formal no de fondo.
Y de Occidente también es el imperio y la propiedad privada y los delitos que se cometen en nombre del poder.

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Ah, China tuvo su imperio, y Japón lo quiso construir. Occidente tiene el cuchillo y el tenedor.

Anónimo dijo...

Sí, lo pensé después de que publiqué.
Entonces el imperio es oriental.
Y Uds. tienen los palitos, que yo no sé usar.

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

No sabès usar los palitos? Mmmm, mucho Eugenia de Chikoff, pero... No podès ir a un restaurante japonès asì...

Anónimo dijo...

Me enseñás? He ido y he pedido cubiertos occidentales, no da no?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

jajaja, claro que no da! Bueno, algùn dìa te enseño! (eso por ir a comer a Dashi y ese que està en los shoppings!)

Anónimo dijo...

Cuando te desestreses vamos a comer comida japonesa?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

jajaj, bueno, por ahì es divertido.

Anónimo dijo...

Para vos verme comer con palitos y que se me caiga el arroz, no?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

una vez que aprendès a usar los palitos (ohashi, se llaman. La ha, como si fuera una ja), es difícil que se te caigan el arroz (no es como el de la paella, está cocinado de otra manera y es otro grano). No es díficil (hasta una mosca vas a poder cazar).

Anónimo dijo...

Bueno, me enseñás a comer con ohashi?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

jajaja, sí!!!! pero una cosa... no tenés que hablar fuerte ni hacer escándalo ni llamar la atención

Anónimo dijo...

Hago lo que vos me digas. Pero tengo una duda: cuándo hice escándalo? Otra: no me dijiste que llamaba la atención?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

jaja, no vos especialmente... Pero cuando voy a comer, siempre hay de esos que llaman la atención... jajaja. No sé cómo explicarlo

Anónimo dijo...

No me atribuyas a mi lo que hacen otros. No tenés idea de cómo soy.

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Bueno, pero ahora que ya lo hablamos... seguro que vas a estar más... tranqui (?) jajaja.

Anónimo dijo...

Ahora que ya hablamos qué cosa?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Eso del comportamiento, de la etiqueta...

Anónimo dijo...

Mirá, creo que vos no tenés ni idea de cuánto sé yo de etiqueta, protocolo y conducta social (occidental al menos).

Anónimo dijo...

Mirá, creo que vos no tenés ni idea de cuánto sé yo de etiqueta, protocolo y conducta social (occidental al menos).

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

jajaj, claro, Occidental. Pero... un vaso en el lado que no se debe, tomar los ohashi con la izquierda, tener el cuenco del arroz en cualquier parte... mmmm (tendré que llevar una caña de bambú?)

Anónimo dijo...

Me podrías enseñar antes así no hago papelones

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

jajaja, practicá con dos lápices (eso por tener el tupe de decir lo de la etiqueta y los modales... andá, andá Eugenia de Chikoff!)

Anónimo dijo...

OK. Gracias. me las rebusco por mi cuenta

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Ja, ¿3 a 1? Bueno, puedo mostrarte algo.

Anónimo dijo...

Pará, vos sumás un punto cada vez que sos mala onda? Cómo es el sistema de puntaje?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

jajaj, es mi blog, son mis reglas. No, mentira. Te enseño.

Anónimo dijo...

Cada vez que me enseñas algo sumás puntos? No me enseñaste la etiqueta oriental, no sumás nada

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Ok. Sumás vos, entonces? 5 a 3

Anónimo dijo...

No no sumo, pero vos tampoco. Y ya íbamos 5 a 3. Quedamos así

Anónimo dijo...

Ahora 5 a 4, no te confundas

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Dale, es parte de la consideración (handicap)

Anónimo dijo...

No. Es el puntaje real. BASTA

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Ok, ja.

Anónimo dijo...

Terminamos acá también?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Y sí, ya está. Sigamos en las notas de arriba.

Anónimo dijo...

OK

Anónimo dijo...

Retomo: Cuándo vamos a comer comida japonesa? Ya sé usar los ohashi

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Sí!!! Pero tiene que ser al mediodía, y el lugar queda en Independencia y Chacabuco! Vos podrás?

Anónimo dijo...

Si puede ser de 12 a 13.30 sí puedo.
Y un sábado? o Domingo?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Sábado no habren al mediodía; domingo, creo que tampoco (dale, hacete un blanco en tu agenda!).

Anónimo dijo...

Siempre me hago un blanco. Te dije que de 12 a 13.30 puedo.

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

F de E: Abren (ja, qué error!).
Bueno, ok, seguro que iremos un jueves o viernes.

Anónimo dijo...

OK

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Estuviste practicando? MIrá que yo elijo el menú!

Anónimo dijo...

La verdad es que no practiqué más con asiduidad. Cada vez que encuentro dos palitos iguales los tomo, pero creo que papelones no te voy a hacer pasar.
OK, vos elegís

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Algo de pescado vas a comer, no? Sopa? Arroz? Comé todo! (décíme si hay algo que te de alergia o te caiga mal). jaja.

Anónimo dijo...

Como pescado y arroz. Sopa mmm, soy medio Mafalda con la sopa. NO como pastas y muchísimo menos si son rellenas. No como carne cruda, no como pepino ni melón, no como porotos, garbanzos, hígado, riñón ni nada de eso.

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

jajaja! Frituras? Es decir, verduras marinadas. Pepino..., algunos niguiris tienen pepinos. Bueno, vos primero comés, después, cualquier cosa, lo escupís!

Anónimo dijo...

Si, fríturas sí. Escupir? No era que no te podía dar veguenza?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Jajja, bueno, me hago el tontis y... nada. jaja. Este viernes podemos ir!

Anónimo dijo...

Vos creés que yo soy capaz de escupir? Qué poca idea tenés de mi. Si, podemos

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Creo que no escupirías en un restaurante, pero, sí, por qué no podrias escupir?

Anónimo dijo...

No es algo que recuerde haber hecho. En todo caso me saco de la boca lo que me da asco y lo tiro a la basura.

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

jajaj. Ok. Te va a gustar el lugar, bah, a mí me gusta: chiquito (aunque a veces, cuando entro, siento que me miran y miran y... nada).

Anónimo dijo...

No tendrás ganas de que todos te miren?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

No!!!!!! Practicá!

Anónimo dijo...

Con los palillos? Ni loca. Soy occidental

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Sí!!!!!!!! (Ohashi)

Anónimo dijo...

Ohashi, cierto. Voy a ver si practico.

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Ja, bueno, hoy es jueves. Cualquier cosa, te llevás tu cuchillo y tenedor.

Anónimo dijo...

Hoy practico en "El Clásico"

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Qué es eso?

Anónimo dijo...

Un restaurante, pero como habrás notado no practiqué nada.
Ahora que tengo los ohashi practico de verdad.

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Jajaja, sí!!!! Pero es fácil! Otro día, no en un restaurante japonés, te muestro!

Anónimo dijo...

Ya practiqué!!!! Los puse en mi escritorio, entonces todos los días los uso un poquito

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Ok, espero que te sirva. Quizá sea como una terapia, algo para sacarse el estrés, para no ponerse nervioso, para poder dominarse, etc.

Anónimo dijo...

Vos sabés que sí. Yo tengo como manía cortar papelitos y esto me hace bien

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Ya lo vi, los cortás y los ponés en la bolista del paquete de cigarrillos.

Anónimo dijo...

SI!!!! Y cada vez estoy peor. Voy a ver si me enseñan a tejer o a cocer, a ver si hago alguna actividad manual útil

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

jaja, vas a ir a comer y a tejer?

Anónimo dijo...

COCER. Ni acá me prestás atención, y eso es para vos. La p....

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

jajaja. No te queda bien putear

Anónimo dijo...

Y qué me qued bien a ver? Ahora quiero un mínimo halago

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Te queda bien atender a clientes, escucharlos y solucionarle problemas. Sos una abogada que inspira confianza

Anónimo dijo...

Me suena a tanta formalidad de tu parte...

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Bueno, sigo pensando lo mismo. Sigamos en las otras notas

Anónimo dijo...

Entonces el único halago que me podés hacer es que soy una abogada que inspira confiaza. Bien gracias

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Sí. Punto final acá

Anónimo dijo...

ok