1/09/2006

Desear, amar matar y comer



Práctica universal, ficción y realidad, la antropofagia, según fundamentos biológicos, es una tendencia natural en la que el más fuerte se come al más débil. Comúnmente vinculada con el hambre, los ritos, el poder, y la venganza, un nuevo motivo fue el que surgió en junio de 1981, cuando un estudiante japonés mató, por amor, en París, a una artista holandesa y devoró una parte de su cuerpo.


Ya nadie muere por amor, se dice descreídamente. Sí, en cambio, un hombre puede matar a puñaladas a su esposa, devorarle la carne de la cara y luego morir asfixiado. Tragicómico, el hecho ocurrió a mediados de junio en Sudáfrica y vuelve sobre un acto de la naturaleza humana: la antropofagia (antropos, “hombre”; phagein, “comer”, “nutrirse”). Tópico universal ligado al hambre, los ritos, el poder, y la venganza, tanto la realidad ha alimentado a la ficción como, en muchos casos, la ficción se ha devorado a la realidad.
Momotaro, el niño durazno, considerado como uno de los cuentos tradicionales del Japón, bien podría no haber existido si la anciana que encontró el enorme durazno flotando sobre el río lo hubiese cortado y comido; el relato, se sabe, tiene otro final. La mitología japonesa, sin embargo, sí conoce de fantasmas hambrientos: los gakis, cuyo vientre hinchado y ancha boca simbolizan el hambre nunca saciado, y la enseñanza de que todo ser humano lleno de gula o ávido de riquezas se asemeja a uno de estos fantasmas. Más aún, la tradición refiere un suceso de vampirismo, cuando un hombre y su mujer que se hospedan en el Palacio de Kawara. Luego de algunos días, alguien, imprevistamente, se apodera de la mujer y la lleva al otro lado de la habitación. Al anochecer, y ya con la ayuda de los vecinos, el hombre derriba la puerta, enciende la luz y avanza hacia el interior. “Allí estaba la esposa, muerta y colgada de una pértiga sin una gota de sangre, sin rastros de la más pequeña herida.
Pero partiendo desde la Edad Antigua, y desde una concepción clave como el poder, ya el hombre victorioso de una batalla se comía a su enemigo creyendo que se nutriría con su fuerza. En la mitología griega, Cronos (divinidad del tiempo), hijo de Gea (la tierra) y Urano (el cielo), por pedido de su madre libera a los cíclopes y demás criaturas fantásticas que estaban prisioneras, por orden de su padre. El mismo Cronos castra a su padre con una hoz e inmediatamente asume el poder, aunque la creencia de que sus hijos van a derrocarlo, sin embargo, se apodera de él, y es así como termina devorándolos ni bien nacen.
En la Biblia, (Segundo libro de los Reyes, capítulo sexto, versículos 28-29), se relata el encuentro del rey de Israel con una mujer, la cual, ante la pregunta ¿qué quieres?, responde: “Esta mujer me dijo: Trae a tu hijo; lo comeremos hoy, y mañana comeremos el mío. Entonces cocinamos a mi hijo y lo comimos. Al día siguiente, yo le dije: Trae a tu hijo para que lo comamos. Pero ella lo había escondido”. Cristo, a su vez, es “el pan de la vida”, el alimento del alma; él es el Cordero que se entrega para redimir los pecados del hombre.
La Edad Media, período en el que los europeos sufrieron las invasiones bárbaras, la peste negra, la guerra de los cien años, le sirve a Dante Alighieri para que, en uno de los cantos de La Divina Comedia, recree la leyenda de Ugolino, conde que debió recluirse en una cárcel junto a dos de sus hijos y dos nietos, cuando en 1288 los gibelinos se revelaron contra su dominio. Se especula con que el conde logró sobrevivir con la carne de sus descendientes. Otra figura de las letras italianas, Giovanni Boccaccio, relata en la novena novela del Decamerón el tema de la antropofagia, ya no por hambre sino por venganza: Guiglielmo de Rosellón mata a Guiglielmo Guardastagno, entrañable amigo y amante de su esposa, le saca el corazón, y se lo da de comer a su mujer.
De la brutalidad, las traiciones por poder y el canibalismo se sirve William Shakespeare en Titus Andronicus, nombre de un general romano que regresa de la guerra con Tamora, mujer de la realeza goda, y a quien, por estar establecido en la ley romana, se le debe sacrificar al hijo mayor. La venganza de una dispara la venganza del otro: Titus mata a los hijos de Tamora y se los sirve en una comida.
Más inocente -así se lo suele interpretar- y cercano es el clásico cuento de Jakob y Whilhelm Grimm: Hansel y Grettel. Al querer volver a su casa, los niños se topan con una casa hecha de dulces, propiedad de una anciana, quien los aprisiona con el objetivo de engordarlos y, como era su costumbre, prepararse un gran banquete.
Actos así los hubo en África (por hambre y como parte de ritos), y en la zona del Río de La Plata. Ulrico Schmidl, cronista autor de Viaje al Río de La Plata (1536), escribió un incidente en el que “un español se comió a su propio hermano que había muerto”. Los detalles, parte de la ficción, los da Manuel Mujica Lainez en su cuento El hambre: “(…) al topar con un brazo del hombre que acaba de apuñalar, lo cercena con la faca e hinca en él los dientes que aguza el hambre. No piensa en el horror de lo que está haciendo, sino en morder, en saciarse (…)”.
Caníbal, asimismo, deriva de la deformación de “caribe”, tribu de aborígenes mesoamericanos confundidos por los conquistadores de América con los nativos del Gran Khan, quienes eran vinculados con actos de antropofagia.

Una “expresión de amor”
Ya nadie muere por amor, se dice descreídamente. Sí en la semana de la dulzura se regalan corazones de dulce de leche, corazoncitos Doryns; en las conversaciones populares se usan frases como “me la/o comería/o a besos” (o cruda, o viva, según los gustos, las costumbres), y con las íntimas… la lista podría seguir. Sí un estudiante japonés puede matar por amor a una joven artista holandesa, y luego filetear y saborearla.
Él medía 150 centímetros, sus manos y pies eran “pequeños”, y su voz se asemejaba a la de una mujer. Ella era alta, rubia; tenía 25 años, hablaba tres idiomas y estudiaba con el objetivo de lograr un Ph.D. en Literatura Francesa. Él, con el corazón abierto de par en par, se sentó a su lado en una clase y luego, durante días, no pudo dejar de pensar en la piel blanca de sus brazos. Pero el amor se le reveló como el fracaso de toda ilusión posesiva, y así, en París, en 1981, Issei Sagawa asesinó a la joven, a quien había invitado a cenar. Después de descuartizarla pasó tres días ingiriendo diferentes partes del cuerpo. Hasta aquí coinciden todas las crónicas; luego, la Literatura, la música y el propio Sagawa se encargaron de completar la historia.
Inspirados por Sagawa, los Rolling Stones compusieron “Too much blood” (Demasiada sangre), incluido en Udercover, disco de 1983. Allí, el “amigo japonés” le corta la cabeza a su novia, pone el resto del cuerpo en la heladera y se la come a pedazos. La versión más conocida de este suceso es la que escribió Juro Kara, La carta de Sagawa, título dado a conocer en 1983 y distinguido con el Premio Akutagawa, la más alta distinción literaria de Japón. Apoyándose en lo sucedido, Kara deja ver la fantasía del blanco para los japoneses, “de la búsqueda de la raíz de la atracción por la mujer extranjera, por la piel blanca, a través de las generaciones anteriores, desde los tiempos de Shiro Amakusa (caudillo de los cristianos que se reveló contra el Shogunato, en 1637), hasta la época en que Perry (Matthew, comandante norteamericano que en 1853 logró que los japoneses abrieran sus puertos) desembarcó en Japón”.
El propio Sagawa, según la carta que se publica al final del libro de Kara, y que se la envió mientras estaba en la cárcel de Santé, le comenta su deseo de convertir el suceso en una película (también quería ser el protagonista), la cual “había pensado hace tiempo”, y que había titulado La adoración. “Un oriental (más exactamente un japonés) adora a una mujer occidental hasta el punto de matarla y comer su carne -dice-. Por una parte es la expresión de una tendencia ancestral, de un deseo, que mantiene Japón con respecto a Occidente; pero al mismo tiempo es la expresión de un extraño impulso que se oculta en mí mismo y que quiero expresar”. La película, hasta el momento, no se ha filmado, aunque Sagawa, que pasó tres años en un hospital de París (luego fue trasladado a Tokio, donde lo declararon mentalmente sano), editó un libro, En la niebla (Kiri no naka), tuvo sus treinta segundos fama por televisión y hasta escribió columnas para los diarios.
En la carta, Sagawa recuerda el incidente de los rugbiers uruguayos (13 de octubre de 1972), y dice que “se podría seguir la evolución de los diferentes tipos de canibalismo; el impuesto por la necesidad absoluta se altera poco a poco para ser sustituido por aquel que no tiene otra justificación que comer por gusto. También he imaginado un restaurante de carne humana, para tratarlo de modo humorístico; las muchachas que entran en él por la puerta de delante, salen por detrás convertidas en bistec”.
“Y es que el amor espera siempre / que el mismo objeto que encendió la llama / que lo devora, sea capaz de sofocarla. / Pero no es así. Cuanto más poseemos, / más arde nuestro pecho y más se consume. // (…) Todo, empero, es inútil, vano esfuerzo, / porque no pueden (los amantes) robar nada de ese cuerpo, / única cosa que en verdad desean (…), escribió Lucrecio, citado por el escritor argentino Santiago Kovadloff en El silencio primordial. Si Sagawa, por su goce desmedido, por la carne inaccesible, ha llegado hasta donde la comprensión racional no sabe hacerlo, su impotencia, su sufrimiento por la imposibilidad de poseer a la “amada”, a la “deseada”, le han hecho decir: “Comer a esta chica fue una expresión de amor. Quería sentir en mí la existencia de una persona que amo”.

* Gracias Jime, Martín y Lore

171 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin palabras. No creo que alguien que "come" a su amada sea mentalmente sano.
Otra cosa muy distinta, dejando de lado las prácticas ancestrales de algunos pueblos, es el tema de los rugbiers uruguayos. ¿Sabías que es un hecho que me conmueve profundísimamente?
Cuando quieras te cuento algo del tema, pero opíná antes sobre la antropofagia.

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Bueno, lo de los rugbiers es distinto: era institnto de supervivencia.
Claro que el tipo no estab bien mentalmente, y, en cierta manera, la antropofagia por amor... no, algo imposible... En realidad, lo que intenta el libro es demostrar un sentimiento de inferioridad.

Anónimo dijo...

Ah, mirá vos. YO pensé que se trataba de hablar del egoísmo, del deseo de posesión, del amor.

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Bueno, eso está, y la historia fue real. Da la casualidad de que los protagonistas sean un japonés y una holandesa. Es que los holandeses fueron los priimeros Occidentales en comercializar con Japón cuando este se encontraba aislado del resto del mundo.

Anónimo dijo...

Vos leíste el libro? Te gustó?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Sí, lo leí, y no es que lo reuerde o q diga guau, pero es interesante.

Anónimo dijo...

Es un tema raro.
Te interesa lo de los rugbiers?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Me interesa lo que me puedas contar. Leo.

Anónimo dijo...

Realmente lo que les pasó a esos chicos es algo que me conmueve muchísimo. Es una de las tantos hechos que no puedo asimilar que haya podido pasar un ser humano. Creo que son un ejemplo de muchas cosas y si fuera periodista seguramente habría hecho lo imposible por entrevistar a alguno de ellos.
Viste la película?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Sí, la vi. Claro, la historia es impactante.

Anónimo dijo...

Una vez lo oí a Paéz Vilaró, cuya obra admiro y a quien conozco personalmente, contar cómo fue la búsqueda y el encuentro con su hijo. Si querés te cuento.

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Contame quién es y la historia.

Anónimo dijo...

Páez Vilaró es un artista uruguayo, pintor, escultor, constructor, en fin de todo un poco. Ha tenido una vida más que interesante, viajando por Argentina, Uruguay, Sudamérica, Europa, EEUU e inclusive África. No sé si llegó a Asia. En Montevideo se entremezclaba con los mulatos y la murga, un artista, un personaje apasionante. Tan apasionante como su conversación y como su relato acerca de cómo buscó y encontró a su hijo.
Si te sigue interesando te cuento

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Claro!

Anónimo dijo...

Bueno, él escribió un libro "Entre mi hijo y yo, la luna" en donde relata todos esos días aciagos. Pero yo tuve el privilegio de oírselo contar personalmente.
Luego de que el Gobierno de Uruguay diera por culminada la búsqueda de los chicos porque consideraba que ya no podrían estar con vida, él dijo que no podía resistirse a intentar por sus propios medios buscar aunque más no fuera un rastro de su hijo. Entonces decidió costear una expedición privada. Paralelamente, dos de los chicos, decidieron morir, pero en el intento por salir de la montaña e iniciaron el camino de búsqueda que se ve en la película.
Sigo?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

sí!!!

Anónimo dijo...

Bien. Páez Vilaró costeó su propia expedición, que duró hasta diciembre. Muy cerca de Navidad estaba bastante desmoronado porque no tenía noticias. Un día, estaba él en la base de Chile y lo llamaron y le dijeron que un arriero había encontrado a dos chicos que venían descendiendo de la montaña y que decían ser sobrevivientes!!!!! Claro, no se sabía nada más que eso: que habían dos y que esos dos decían que habían más. Pero no se sabía ni los nombres ni cuántos eran. Entonces, llamó a Uruguay y salió por Cadena Nacional avisando que habían encontrado al menos a dos sobrevivientes.
Mirá, te lo escribo y me emociono de nuevo.
Sigo?

Anónimo dijo...

Cuenta Paéz Vilaró que sus hijas menores estaban comprando un helado esa tarde calurosa de diciembre en Montevideo, cuando oyeron por Cadena Nacional - como todo el Uruguay - que su padre había encontrado sobrevivientes de la tragedia de Los Andes. Contó también que las niñas luego le dijeron que salieron corriendo de la heladería, si pagar el helado, a ver a su madre para saber si había escuchado la noticia.
Mientras tanto, Páez Vilaró seguía en la base de Chile esperando saber cuántos y quiénes eran los sobrevivientes. Le anoticiaron que eran 16, pero no tenían nombres. Los nombres se los darían al otro día. Tuvo que irse a dormir y acá empieza lo más emocionante de la historia. Él, que durante meses había mirado la luna todas las noches sabiendo íntimamente que esa misma luna era mirada por su hijo Carlos Páez Rodríguez en algún lugar de la Cordillera - convicción que lo había llevado a costear la expedición de búsqueda aún cuando el Gobierno de Uruguay la había abandonado - supo esa tarde - noche del 24 de diciembre, en Chile, que había encontrado a 16 sobrevivientes. Lo que no sabía aún era si su hijo estaba entre esos 16... (Continuará, sólo a pedido del público).

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Claro, siga!

Anónimo dijo...

"Esa noche me convertí en asesino" dijo Páez Vilaró. Solo en su habitación de hotel, sin poder dormir pensando en la lista que le sería informada a la mañana siguiente, hizo su propia lista. Escribió uno a uno los nombres de los pasajeros que iban en el avión y comenzó a "asesinarlos" (tachar sus nombres) hasta dejar sólo a 16 de ellos vivos. Por una cuestión lógica, "mató" al piloto y al copiloto, luego a las mujeres y finalmente a quienes él consideraba (o quería considerar) los más débiles física y moralmente. Así, dejó vivos a 16 hombres, entre los cuales obviamente estaba su hijo.
A la mañana se dirigió a la base de la expedición y esperó los nombres. Le trajeron un sobre cerrado. Sin abrirlo, llamó a Uruguay y le habilitaron nuevamente Cadena Nacional. Era el Día de Navidad y todo el país iba a escuchar de su boca, de la boca de uno de sus más reconocidos artistas, el nombre de los 16 hijos, hermanos y amigos que habían protagonizado el milagro de sobrevivir 72 días en plena Cordillera...
(No sé si querés saber más)

Anónimo dijo...

Le dieron el OK para que iniciara la transmisión. Él cuenta que no pudo leer toda la lista, que abrió el sobre, sacó el papel y con el mismo sobre fue tapando los nombres, para no preleer. Así, fue nombrando uno a uno, enterándose a la misma vez que el resto del Uruguay, a cada uno de los sobrevinientes. Su hijo no aparecía, él seguía leyendo con voz pausada.
Cuando bajó el sobre en el puesto 12 o 13 (yo no recuerdo), leyó Carlos Páez Rodríguez. Dice Páez Vilaró que sintió que se desmorobana por dentro y no pudo terminar de leer. Sabía que su búsqueda no había sido en vano y que su hijo estaba vivo.
Cuando lo reencontró, lo abrazó y lo primero que "Carlitos" le dijo fue: papá, todas las noches miraba la luna y pensaba: estoy mirando la misma luna que en algún lugar del mundo mira mi viejo.
Qué me decís?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Hay algo, quizà superficial, pero que no quiero dejar pasar: esa frase de la luna, esa imagen, yo tb había pensado en algo así.
Con respecto a la historia... a la altura de cualquier ficción!

Anónimo dijo...

Qué tupé!!!

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

mi imagen, aunque no haya sido real, es màs linda (màs tupè!)

Anónimo dijo...

Seguramente

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Por qué decís "seguramente"? NO la leíste... (no es para pelear, sòlo para saber por qué decís lo que decís)

Anónimo dijo...

Seguramente vos, que sos periodista y estudiante de Letras habrás compuesto una imagen mejor que la que vivió Páez Vilaró.
Seguramente para vos tu imagen es mejor que la que vivió Páez Vilaró, sólo porque es tuya.

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

No, no, no... no es sólo que sea mía... Está mejor lograda (igual, debería leer el original).

Anónimo dijo...

Seguramente

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Bueh! Nada. Ah, sì, realmente sorprendente y justo tu lectura. Te dirìa divina, pero me hace pensar en Susana G

Anónimo dijo...

Qué es lo sorprendente, cuál es mi lectura y qué es lo divino?? Me explicás?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Que me sorprendiste con lo que me contaste, que cayò justo para el blog este. "Divino", algo que repite susana.

Anónimo dijo...

Bueno, algo bueno de vez en cuando debo hacer, no te parece?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Sì, creo que debès hacer muchas cosas buenas... ademàs de pelear, de querer discutir (seguro que vas a decir que no hacès eso)

Anónimo dijo...

No, a mi me gusta discutir, me incentiva. No te lo dije?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Claro, ahora lo decís sólo para contradecirme.

Anónimo dijo...

No, lo digo porque es verdad. Lo que pasa es que vos no siempre me prestas atencion. Yo te dije mas de una vez: a mi, discutir me incentiva, me gusta. Discutir, para mi no es lo mismo que pelear

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Ya sé, y sí que presto atención!

Anónimo dijo...

Entonces el que quería contradecirme o pelearme eras vos?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

a veces, sí!

Anónimo dijo...

Te incentiva discutir a vos también?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

No sè, quizá discuto por deporte, porque me gusta discutir, o porque me sale solo. No sé, no sé.

Anónimo dijo...

Por deporte, no hay un programa que se llama así?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

no sè

Anónimo dijo...

A mi me parece que si, deberías saber o averiguar, si sos periodista

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Bueh! Vos sabés algo del tratado de extradicción (será así?) que tiene Perú con Japón? Deberías saberlo, sos abogada!

Anónimo dijo...

No, no lo sé en detalle, pero no debe ser muy diferente a los demás tratados sobre extradición.
Aparte, son leyes de otro país, mientras que el programa de radio, si es así, es de acá

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

bueno, Por deporte es el de V Hugo, de los sábados

Anónimo dijo...

Había necesidad de hacerte rogar?
Lo sabías desde el principio, por qué no me lo dijiste?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

jaja, inconscientemente, pero no recordaba! Fue una casualidad.

Anónimo dijo...

Creés en la casualidad?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

sí, creo.

Anónimo dijo...

Yo no, casi nunca.
Yo creo en Dios

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Dios habrá creado la casualidad, entonces...

Anónimo dijo...

Dios hace que las cosas pasen o no pasen y El tiene sus razones

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

La casualidad existe. Por lo menos es palabra, acción... Él hace que sea casual (aunque para él no lo sea)...

Anónimo dijo...

Bueno. Yo no creo que existan casualidades. Yo creo que nosotros creemos que es una casualidad, pero que en realidad todo forma parte de Su Idea.

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Sí, claro. Pero nosotros, entonces, hemos inventado la casualidad.

Anónimo dijo...

Claro, es un nombre que utilizamos para denominar acontecimientos que se relacionan o justifican otros, sin razón aparente.

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Entonces existe, es nombrada, invocada.

Anónimo dijo...

Bueno, desde esa acepción tuya sí existe.

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

BIen.

Anónimo dijo...

A ver si te entiendo bien: todo lo que se puede nombrar para vos existe y lo que no, no?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Es así, no? Lo que es, es.

Anónimo dijo...

Desde una perspectiva debe ser así. Pero qué pasa con las cosas que no podés expresar? No existen?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Sí, claro, pero se pueden nombrar... Qué, por ejemplo?

Anónimo dijo...

Algunos sentimientos que a veces no se pueden definir claramente. Nunca te pasa?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

No los podemos definir porque no sabemos lo que nos pasa? No será eso? QUizá otro sí pueda definirlos, u otro sí los conozca.
Sí, a veces estoy bien y de pronto mal, y de pronto sin ganas de nada y de pronto aburrido y de pronto... Ciclotímico?

Anónimo dijo...

SIIII. Sos un ciclotícimo también!! Te molesta?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

No, para nada. Lo asumo!

Anónimo dijo...

Bien, estás muy bien Fede. Pero cómo era eso de que no sabías qué era ser ciclotímico?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Yo sé, yo lo soy!

Anónimo dijo...

Y? Qué se siente? Compartamos experiencias

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Y... es raro... Estás feliz, riéndote, haciendo chistes y de pronto seguís haciendo chistes y más y más hasta que te va cambiando el humor y te volvés más irónico y después, plaf!, te enojaste. jajaja

Anónimo dijo...

Si, claro. Esa es la descripción de la ciclotomia. Te pregunté qué se siente al ser ciclotímico

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Ahora, viéndolo, parece divertido, pero en el momento no creo que sea agradable, y menos para el otro.

Anónimo dijo...

Acá no importa el otro, acá estamos solos los ciclotímicos.
A mi me da una impotencia suprema

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Jajja, acá sólo los ciclotímicos...
Ahora, por qué impotencia y suprema?

Anónimo dijo...

Impotencia porque no puedo manejar pasar del Cielo al Infierno en 5 minutos y suprema porque es inmanejable, puedo moderar los efectos, pero no lo que yo siento

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Ay, no sé. Hay que entenderlo.

Anónimo dijo...

La ciclotimia? Si, tiene que tratar de entenderte quien está con vos y la padece

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Ves? Bueno. estamos de acuerdo

Anónimo dijo...

O desmotivados para escribir?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

También

Anónimo dijo...

Bueno, dejemos acá entonces. Hasta que vuelvas a motivar

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Mmm, para eso hay que llamar al Bambino!

Anónimo dijo...

Guarda que se puede entender con doble sentido

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Motivación! O Contra la pared!

Anónimo dijo...

Exacto. O babea almohadas

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Cómo sabés eso? Babea almohadas?

Anónimo dijo...

El de arriba sopla nucas, el de abajo babea almohadas.

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Eh!!!! De qué hablás?

Anónimo dijo...

No te das cuenta? De los gays

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Ah. ja, no, no me había dado cuenta.

Anónimo dijo...

Está buena la comparación no? Mirá que yo del tema sé bastante

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Sí, buena.

Anónimo dijo...

Viste los Oscars?

Anónimo dijo...

Hay algún premio de cualquier cosa que respetes?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

NO entiendo

Anónimo dijo...

Es claro: hay algún premio que otorgue alguna Academia, Asociación, etc. que para vos sea respetable?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Ahora no recuerdo, y no conozco. Yo he ganado premios y he estado nominado. Era chico, y en ese entonces, aunque no lo demostraba, me gustaba el reconocimiento, subir a una tarima, salir en la foto, ir a la fiesta, que te feliciten, que te den un diploma, etc. Desde afuera no me interesan, quizá ahora, desde adentro, sea algo emocionante, porque a todos les gusta eso, o a casi todos.

Anónimo dijo...

Te felicito!!! No sabía que habías estado nominado o que habías ganado premios. Entiendo lo que decís, claro que a todos nos gusta el reconocimiento. Uno de los días más felices de mi vida fue cuando gané la beca para ir a Harvard.
De todos modos yo me refería a todos estos premios Internacionales, tipo Oscar

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Ah, gracias, muchas felicitaciones al principio para, al final, decirme algo del tipo, nene, tus premios y reconocimientos no son nada que haya trascendido.
A veces leo los premios de los Festivales de cine, me interesa saber el Nobel...

Anónimo dijo...

Entendiste todo al revés. Te felicité sinceramente, es un gran mérito competir y ganar

Anónimo dijo...

Bueno, me decías que respetás el premio Nobel. YO no mucho, al menos en Literatura

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

No dije o no quise decir que lo respetaba, si no que me interesaba. Quiero saber quién ganó. ¿Vos respetás los Oscars?

Anónimo dijo...

Los Oscar? Para nada, los miro sólo por chismosa. Anoche justamente vi "Río Místico", no sé si la viste. Es dirección de C. Eastwoody y actúan S. Penn, el marido de S. Sarandon (no recuerdo el nombre) y otros buenos actores más y pensaba que cualquiera de ellos se hubiera merecido un Oscar y la Academia ni la tuvo en cuenta. Por eso te preguntaba qué respetabas vos, porque en gral. todos los premios son un comercio

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Respetar, no sé, ninguno.

Anónimo dijo...

Yo respeto un poco el Premio Cervantes

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Sí, en realidad es como vos decís: todos tienen algo de político o hay intereses de por madio.

Anónimo dijo...

Si, es increíble que Borges no haya tenido un Nóbel, no?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Sí, no sé.

Anónimo dijo...

No estás muy convencido de que se lo mereciera me parece

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Sí, qué sé yo. No sirvo para jurado (aunque sí llevo un DT dentro, como casi todos los argentinos).

Anónimo dijo...

Y quién sirve para jurado?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Alguien que sepa, que tenga criterio, que sea justo...

Anónimo dijo...

Todas esas cualidades son subjetivas

Anónimo dijo...

Y quién elige al jurado?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

No sé, decime vos.

Anónimo dijo...

Gente supuestamente calificada, y así estamos en un círculo sin salida

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

¿Existe la justicia en este país?

Anónimo dijo...

No

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

No te angustia, no te frustra eso?

Anónimo dijo...

Me angustia siempre y me frustra a veces. Lamentablemente es un hecho que tengo aceptado.
Hay veces en las que sí hay justicia, pero es en la menor cantidad de ocasiones.
Yo no decidí ser abogada para hacer justicia. Yo hago desde mi lugar, lo mejor que puedo para que las cosas funcionen

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

¿Tenés idea de algo que se pueda hacer para que haya justicia? Como que tengo la idea de que si uno no lo sabe, entonces nunca va a pasar.

Anónimo dijo...

Vos te referís a cosas concretas que podamos hacer cada uno desde su lugar? No a cambios más grandes, no?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Sí, eso... AUnque en realidad, uno tiene idea del cambio grande, pero es algo que está al final de la meta, por lo que antes debe ir saltando pequeñas vayas. A eso me refiero.

Anónimo dijo...

Mirá, quizá a vos te parecen boludeces, pero te cuento qué hago yo. En primer lugar trato siempre de defender mis propios derechos, a veces me consume la burocracia, pero no dejo de defender mis derechos, aunque sea de consumidora. En segundo lugar intento de convencer a los demás de que hagan lo mismo. En tercer lugar no hago cosas que no me gustaría que me hicieran (cuando actúo yo, Noelia, no como empleada de Vega). En cuarto lugar colaboro con los procesos evitando la chicana barata. En quinto lugar, trato de evitar juicios y hago muchísimos esfuerzos para intentar acuerdos justos entre las dos partes. por último, hago más de un trabajo sin cobrar para darle la posibilidad a quien no puede pagar de que se defienda.

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Es mucho. Eso del consumidor... yo, la verdad, estoy podrido y por falta de ganas me dejo estar. Pero una cosa que intenté hacer fue denunciar a un colectivo. Quería llamar a la empresa porque el colectivero paraba en donde quería.

Anónimo dijo...

Cuando quieras hacer algo, llamame a mi, es free para vos.

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Uh, ahora tengo algo.

Anónimo dijo...

Algo más que el DNI y la cédula. En eso no te puedo ayudar más porque es personal

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Mmm, lo tendré en cuenta.

Anónimo dijo...

Espero

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Pero la verdad es que no me gustaría cargarte con algo mío, cuando vos tenés mucho laburo por el que debés cobrar.

Anónimo dijo...

No sería una carga para nada, ojalá pudiera sólo ayudar

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Bueno, pero es tu trabajo.

Anónimo dijo...

Claro, por ahora lo necesito para vivir, lo que quise decir es que ojalá pudiera vivir de otra cosa y hacer esto sólo para ayudar, no por la plata

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

¿Por ejemplo, de qué otra cosa? ¿De qué te ves trabajando?

Anónimo dijo...

Ahora de nada, no puedo pensar, pero cuando me retire me gustaría dedicarme a comprar y vender deptos., a estudiar arte, a tener una librería, et. etc.

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Comprar y vender deptos? ja, una inmobiliaria?

Anónimo dijo...

No una inmobiliaria no. Inversionista inmobiliaria digamos, se entiende?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

sí, ahora sí.

Anónimo dijo...

Me ves en ese rol?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Sí, sos muy activa.

Anónimo dijo...

PERO CON ESO SOLO NO CREO QUE ALCANCE.

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Bueno, no, obviamente. Ya vas a llegar.

Anónimo dijo...

Me tenés fe o me querés dar ánimos?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Las dos cosas.

Anónimo dijo...

Muchas gracias, de verdad

Anónimo dijo...

Se ve que algo qme debés querer entonces

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Algo.

Anónimo dijo...

Bue

Anónimo dijo...

Que no me gustan las frases que no dicen nada

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Ok, no digo nada más.

Anónimo dijo...

No es la idea que no digas nada más

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Mejor no digo nada a escribir una frase que no dice nada.

Anónimo dijo...

Dale, no te enojes

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Ya está, ya se me pasó (no sé qué, pero pasó).

Anónimo dijo...

Se te pasó la angustia?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Algo. Pero a lo que yo hacía referencia, seguramente, era otra cosa, ya que, por la fecha, en ese entonces era otra cosa.

Anónimo dijo...

Querés que busquemos una cura para la angustia?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

No, hay que sentirla, supongo.

Anónimo dijo...

Tu teoría es: siento la angustia, luego pasa?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Alguna vez tiene que pasar. ¿O no?

Anónimo dijo...

Alguna vez va a pasar, eso es seguro. A menos que seas mazoquista

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

´No, no lo soy, y sí, algo va a pasar.

Anónimo dijo...

No dije "algo" va a pasar sino alguna vez va a pasar

Anónimo dijo...

Acá también querés terminar?

Pájaro Que Da Cuerda dijo...

Sí.

Anónimo dijo...

OK